El pasado día 6 de octubre hicimos entrega de las mantitas a La Camada (Guadalajara).
Como ha venido siendo habitual, la estación de Atocha ha sido nuestro punto de encuentro y salida, pero este día iba a ser muy especial. Estábamos nerviosas y súper ilusionadas... hoy nuestra primera campaña, se terminaba. Intuíamos que íbamos a vivir y sentir cosas fantásticas y como no podía ser de otro modo, lo vivido superó nuestras expectativas.
* NOTA: Damos fe de que Rosa no fue sola a La Camada. Si os fijáis, Marta está detrás de esa enorme caja andante :)
Cuando llegamos, nos recibieron dos voluntarias: Carmen y Elisa. Esta última se encarga de limpiar, dar de comer y mimos a los
gatos.
Al poco tiempo llegó Ascensión y vio las dos cajas. Empezó a
leer en voz alta, el texto que la dedicamos. La voz se la quebrada de la
emoción … terminamos todas llorando!!!
Y empezó a sacar mantas y se volvió loca de alegría, las
abrazaba, las acariciaba, oía nuestras explicaciones de quien las había hecho.
La emocionó mucho las mantas que hicieron las abuelitas con alzheimer y nuestra
pequeña Montse.
Ahora tocaba ver la reacción de los gatos…. Uf, fue
impresionante!!!
Extendimos unas cuantas mantitas por varios sitios y no
tardaron nada en ponerse encima y mullirlas. Uuumm qué gustitoooo!!!!
Hubo una gatita que Elisa, su
cuidadora, se quedó asombrada por la forma de reaccionar.
Esta gatita es particularmente tímida y la cuesta mucho
salir de un rincón. Bien, pues fue una
de las primeras en mullir y acurrucarse entre las mantitas. Pero no entre cualquier
manta no, eligió las mantitas de las abuelas con alzheimer para acomodarse. En este caso, la mantita de Pepa, la madre de una de nuestras colaboradas y que por desgracia, está aquejada de esta enfermedad. No
se movió de entre ellas.
Se la subían gatos encima, la intentábamos mover… nada, ella
ni inmutarse.
Tenemos la firme certeza de que ella estaba sintiendo e
intuyendo cosas que nosotros somos incapaces de sentir.
Esta gatita nos hizo
ver lo importante que van a ser para ellos estas mantas. Los olores de un montón de hogares, el tacto
de las manos tejiendo, el cariño... todo ello tejido y entrelazado en pequeños trozos.
Y cerramos este extenso y hermoso reportaje dándoos las gracias...
Gracias a todos los miembros de La Camada que luchan día a día por sacar adelante a todos los peludines contra viento y marea, en especial a Ascensión, esta pequeña-gran mujer que vive y muere por ellos.
Gracias por todo el cariño que nos habéis dado y por ponérnoslo tan fácil.
Gracias a todas las manos solidarias que nos han ayudado a poner en pie este proyecto y hacerlo realidad.
Lo que llevamos vivido, los lazos que se están creando y el apoyo y cariño con el que habéis acogido este proyecto solidario, no tiene precio...
Y esto no acaba aquí así que, seguir tejiendo porque una nueva campaña, una nueva protectora de animales nos está esperando!!!